LINARES - SANTIAGO DE COMPOSTELA

Muchos han sido los años esperando tener la oportunidad de hacer el Camino de Santiago, daba igual cual fuera el itinerario, y por fin se presentó la ocasión y se ha realizado felizmente.
Desde un principio, surgiendo como un deseo comentado por comentar algo, al colega Raúl, el vilcheño, le gustó la idea y poco a poco y limando las peguillas que iban surgiendo empecé a diseñar sin prisa pero sin pausa el recorrido que íbamos a hacer teniendo la idea clara que saldríamos cada uno de nuestra ciudad. Vílches y Linares respectivamente.


Ya en el mes de mayo se pidieron las credenciales al obispado de Jaén y se fijó la fecha teniendo en cuenta una semana de vacaciones de Raúl para la semana del 4 al 11 de julio. Así se ha realizado.
Estudios sobre el plano, distancias, hojas de ruta, perfiles y demás cosillas que se suelen preparar en la organización de una marcha se dieron por finalizados a principios de junio, arrojando unos totales de más de 1.100 km de distancia y casi 10.000 de desnivel, programando Por las previsiones meteorológicas y por el partido de España, se modificó a última hora la hora de salida que iba a ser a las 5 de la mañana pasando a ser a las 00:00 horas (aunque se salió 15 minutos antes).
Con mucho calor emprendimos la marcha dirección a Mengibar, donde ya tuvimos el primer percance. La concha de Raúl de cae, nos paramos a sujetarla bien y yo al saltar una acera rompo el transportan, teniendo que amarrarlo como se puede con un trozo de cuerda que casualmente llevaba. Nada más salir de Mengibar dirección a Cazalilla 2º percance, pinchazo de mi rueda de delante que reparamos y continuamos.
Con preocupación del estado del transportan llegamos a Arjona donde en la plaza encontramos a un par de familias tomando el “fresco” y solicitamos una cuerda que buscando en el coche nos proporcionan y ato más fuertemente el transportan para mayor seguridad.
Proseguimos el camino hasta Porcuna, Cañete de las Torres, Bujalance, El Carpio y ya empiezan las primeras desinformaciones de señalización para ir a Villafranca, parece que los señores que tienen que indicar las direcciones las ponen para los que saben el camino, pero no para aquellos que no lo sabemos. En fin preguntando a unos chavales que volvían de fiesta nos indican y continuamos, llegando a Villafranca que a las 5 de la mañana nos surge otra vez la duda de por donde seguir para Córdoba y al preguntarle a una chavala que pasaba por allí nos da la callada por respuesta quedando perplejos. Por fon continuamos y llegamos a Córdoba.

Empezamos a subir el puerto de Cerro Muriano y en la estación de servicio de Nuestra Señora de Linares paramos y tomamos un café que ya apetecía y necesitábamos. Eran las 6 de la mañana, todavía de noche y continuamos nuestro camino hasta el Vacar no sin antes en mitad de la cuesta paramos y nos hacemos una fotografía en la primera indicación del camino que nos encontramos.
Llegamos al Vacar y nos apretamos un buen bocadillo con una buena cervecita entre algunas parejas perplejas de vernos, si es que nos veían, que por lo visto hacían hora para no llegar muy temprano a casa. Cosas de la juventud.
Nuevamente sobre la bicicleta, a buen ritmo, yo diría que a más del que debíamos pasamos por Espiel, Pueblo Nuevo y Peñarroya y llegamos a Fuente Obejuna donde en la estación de servicio nos refrescamos con una coca cola, comemos una barrita y continuamos, el calor empieza a apretar. Con más de 40 grados llegamos a Llerena, nos refrescamos y decidimos continuar a comer hasta Zafra, que llegamos a duras penas a las 15:00 horas con un calor sofocante.
Comida al canto y continuamos hasta Mérida, encontrándonos que el aire se había levantado y soplaba en contra, con lo que añadido a las altas temperaturas era un infierno la carretera. Sin tenerlo previsto paramos a Almendralejo a refrescarnos en una gasolinera y cómo podemos, o mejor dicho como no podíamos continuamos hasta Mérida donde por fin llegamos a las 19:00 horas. Ducha descanso un poco y salida a conocer un poco la ciudad y cenar. Gente muy simpática y amable. Nos metemos unos espaguetis y a la cama con el aire acondicionado.
Llegan las 5 de la mañana y suena el despertador, a las 6 menos cuarto estábamos sobre la bicicleta y no encontramos nada abierto para desayunar, con lo que seguimos carretera y manta hasta el primer sitio que hay civilización que es a los 40 km. en Alcuescar (Cruce de las Herrerías) ya en la provincia de Cáceres. El día se presentaba también con previsiones superiores a los 40º como así fue.
Desayuno y nuevamente en marcha, Nos encontramos antes de llegar a Cáceres a un grupo de 4 ciclistas que también estaban haciendo el camino de la Vía de la Plata y que eran de Villena, departiendo un rato con ellos, prosiguiendo ya que nosotros íbamos mucho más deprisa. Atravesamos Cáceres, el Embalse de Alcántara y llegamos a Cañaveral donde decidimos parar a tomar un bocata que nos sienta de cojones. Continuamos hasta Plasencia donde el sol cae a plomo, así como desde que salimos el aire en contra que va minando las fuerzas más de lo previsto.

Comida en Plasencia y con lo que estaba cayendo, emprendemos la marcha con una subidita de unos 4 km. que nos sienta no veas. A duras penas llegamos a Aldeanueva del Camino donde se inicia la subida al puerto de Bejar, paramos a refrescarnos un poco y nuevamente en marcha, como se suele decir, al tran-tran, nos cruzamos con unos ciclistas de Bejar que luego a la vuelta de ellos nos adelantan en el Puerto de Bejar donde paramos a sellar. No obstante el calor era tan asfixiante en la subida (al principio) que decido en una fuente que pasamos en Baños de Montemayor meterme y refrescarme, y si el chilanco hubiera sido mayor. Me baño.
Cogemos a los dos bejaranos y hacemos juntos el recorrido hasta la bonita ciudad donde nos van informando del puerto de la Covatilla y demás cosillas que hay por allí bonicas. El ambiente de calor había cambiado afortunadamente y el frescor se notaba, no obstante desde Bejar hasta la subida a Vallajera se las trae, hay unos 5 km. pero algunas rampas se ponen durillas. Las vistas de la Covatilla y demás sierras son preciosas.
Bajamos la Vallajera y continuamos hasta Guijuelo que teníamos previsto parar a tomar un bocadillo de jamón, complicándosenos un poco la cosa por cuestión de la señalización de las carreteras que nuevamente parece que la ponen para quien vive por allí. Al final decidimos en el último tramo meternos en la autovía hasta Guijuelo que efectivamente nos apretamos en bocadillo.

Antipática camarera la que nos sirvió pero bueno tampoco tenemos que convivir más de lo necesario. Continuamos hasta Salamanca que entre subes y bajadas llegamos a las 11 de la noche. Nos duchamos en el Albergue Juvenil y salimos a cenar lo que pillamos que había cosas abiertas. Bonita ciudad y un ambiente juvenil muy bueno.
Dormida y levantada, ya decidimos que salir una hora más tarde de lo previsto en el planing, que luego entre el desayuno y tal fueron casi dos horas. Nos hincamos unos churritos en un bar que encontramos abierto, nos hacemos una fotografía y nuevamente encima de la flaca; fresquita la mañana, el aire seguía en contra con lo que se nos avecinaba un buen día también.
A los pocos kilómetros de Salamanca adelantamos a un colega que venía de Mérida, con un carrito y se disponía a recorrer todo lo que pudiera hasta que la pasta se le acabara, sin norte fijo excepto de hacer 50 o 60 km. cada día e irse parando. Departimos un rato con él incluso más de lo previsto como consecuencia de unas obras en la carretera que nos detuvieron un buen rato.


Proseguimos y llegamos a Zamora, paramos como teníamos previsto a tomar un bocadillo y se nos acerca (bueno a Raul) una loca solicitando un cigarrillo y poniéndolo en un aprieto por lo pesada que se puso, quería que le comprara un paquete de tabaco. Por fin nos deja en paz la loca y nosotros terminamos desayunar siguiendo el camino primero hasta Fontanilla de Castro (no previsto), pero que hubo de parar a coger líquido y luego hasta Benavente donde comimos.
Antes de llegar a Benavente nos cruzamos con una marcha cicloturista que al pasar por nuestro lado alguien me conoció porque gritó CAPIIIIII, creo que puede ser Raúl de Segovia o Santi de Bilbao, por el timbre de voz lo deduzco pero no puedo asegurarlo. Como veis soy ya supe conocido.

Llegamos por fin a Benavente, comemos estupendamente, bueno como con todos los sitios donde hemos parado a comer, ya la temperatura no es tan asfixiante y continuamos hasta Astorga que era nuestra próxima parada. El aire afortunadamente había cesado, incluso en algún momento soplaba favorablemente. Al pasar por la Bañeza paramos a coger agua y llegamos a Astorga a las 5 y media, fotografías de recuerdo y nos apretamos unos pastelillos reponedores de hidratos para continuar hasta Ponferrada que era el punto de destino para esta jornada.
Decidimos que en vez de hacer el recorrido por la N-VI como había previsto de hacerlo por el camino de los peregrinos que sería mucho más bonito. Así lo decidimos, pero creo que nos arrepentimos pronto aunque luego nos alegramos de no haber vuelto. El asfalto de la carretera estaba derretido y se clavaba la rueda, por lo que ni incluso en las pequeñas bajadas podíamos descansar.

Empezamos a subir el puerto de Foncebadon, precioso, pasando por varias aldeas casi abandonadas y llegamos hasta el albergue de Foncebadón; paramos a repostar y a hacernos unas fotografías y continuamos hasta la Cruz de hierro de Foncebadón. Dice la leyenda que cada peregrino debe traer desde su lugar de origen una piedra tan grande como sus pecados y arrojarla a la Cruz par así librarse de ellos. Las piedras se van acumulando formando un montículo característico. Yo puse la portada y la hoja resumen de la ruta realizada como recuerdo. Seguro que el amigo Pedro Tamargo y Javi que vienen haciendo el camino días después se encuentran ese trozo del Club Ciclista Cástulo y de Linares y les proporciona una alegría y una sonrisa.
Desde la Cruz de hierro hasta Ponferrada casi todo es bajada, preciosa bajada, serpenteante, con asfalto relativamente en buen estado, atravesando aldeíllas que creo que persisten gracias al camino con sus albergues hasta Molinaseca, con su puente característico y la gente bañándose en la charca.
Por fin llegamos a Ponferrada, nos alojamos en el albergue, muy bonito y perfectamente ordenado, salimos a comprar un bocadillo que nos lo apretamos al fresco de los jardines y nos acostamos. Sin aire acondicionado pasamos frio. ¡Que alegría!, nos enteramos de que en Andalucía están en alerta roja por el calor y que alguien ha muerto en Extremadura por lo mismo.


Después de desayunar en un bar en Ponferrada salimos nuevamente para por fin llegar a Santiago de Compostela, el planing más o menos se iba cumpliendo con las salvedades de que en el mismo no estaban incluidos las paradas para fotografías ni los inconvenientes meteorológicos de viento y otras cosas. Nada más salir de Ponferrada (a unos 10 km.) pinchazo nuevamente de la rueda de adelante mía, que reparemos no sin algún problemilla porque se partió un desmontable y hubo que apañarse. Pinchazo arreglado y nuevamente en marcha.

La temperatura, el paisaje y todo había cambiado totalmente, los peregrinos que días anteriores se contaban con los dedos de una mano por días, ahora son numerosos, habiendo a caballo, en bicicleta, en tandeen, y especialmente andando.
Empezamos a subir a Piedrafita y el puerto de O Cebreiro, puerto largo y duro pero precioso, según íbamos adelantando a los peregrinos extranjeros, especialmente a los alemanes, apostábamos el resultado de por la tarde del España- Alemania, todo con buen rollo y simpatía como debe ser.


Por fin llegamos a O Cebreiro punto más alto del camino, fotografía de rigor, visita a la aldeílla y albergue, desayuno y compra de recuerdos, nuevamente en marcha, pasamos por el puerto del poio que está un pelín más bajo de Cebreiro y ya una bajada impresionante, bonita, con un asfalto muy bueno donde se disfrutaba del paisaje, de la velocidad y de no darle a los pedales por un rato.
Entre subes y bajadas, llegamos a Portmarín donde teníamos previsto hacer una parada de refresco que se convirtió en comida debido al retraso por la salida y por el pinchazo. Continuamos para hacer los 90 km. que nos quedan y entre el calor y el grado de humedad sudamos la gota gorda teniendo que parar más de lo previsto para reponer líquido porque e agota rápidamente.

A las 19:30 llegamos al Monte de O Gozo, fotografías de recuerdo y por fin llegamos a la plaza del Obradoiro de Santiago, donde ponemos el último sello en la oficina del peregrino, nos dan directamente la Compostela y nosotros nos felicitamos porque lo hemos conseguido.
Buscamos una habitación para dormir y dejar las cosas que encontramos rápidamente enfrente de la oficina del peregrino y a 100 metros de la plaza del Obradoiro y después de ducharnos salirnos a cenar y a ver el partido que afortunadamente gana España por 1-0.

Después del viajecito, al día siguiente fue a recogernos la excelente conductora, también cicloturista y futura randonneur, Doña Cristina Alcazar, que con su paciencia, juventud y amabilidad nos hizo el viaje de vuelta menos cansado que el de ida. GRACIAS. Ya sabemos que podemos contar contigo para otra locura de estas y que pronto tu estarás también metida en ellas.

Resumiendo un poco esta experiencia inolvidable y sacando conclusiones se puede decir:

Experiencia inolvidable y bonita en su conjunto.
El recorrido de la Vía de la Plata deja mucho que desear en todos sus aspectos, señalización, albergues, feo y bronco en cuanto a dureza de calor y viento que seguro no volveré a repetir.
Realmente el camino empieza a partir de Astorga. Todo es diferente, la gente está mucho más concienciada y hasta mucha gente vive de ello.
También tengo que señalar que en Santiago de Compostela la cosa está prostituida y muy comercializada que por lo bonito que es y por lo que es, pues como que compensa un poco, aunque creo que en cuestión de precios se pasan un pelín en todos los aspectos y se aprovechan de las circunstancias.

Como datos anecdóticos pueden considerarse:

tiempos de cada día en bicicleta:
1º día: Linares - Mérida ........... 14 horas y 45 minutos velocidad media: 25.6 km/h.
2º día: Mérida - Salamanca: .... 13 horas 5 minutos velocidad media: 21.9 km/h.
3º día: Salamanca - Ponferrada: 10 horas 14 minutos velocidad media: 24,0 km/h.
4º día: Ponferrada - Santiago: . 9 horas y 50 minutos velocidad media: 21.9 km/h.

El resto del tiempo se estaba descansando, comiendo, bebiendo o haciendo fotos o de visita turística que también es necesario.