BREVET 600 KM. Vuelta a provincia de Jaén

CICLO – MARATÓN (BREVET) DE 600 KM.

VUELTA A LA PROVINCIA DE JAÉN

Llegó el día y la hora prevista para la concentración como de costumbre en la plaza de Sta. Margarita, 4 de junio a las 23:30. Ya sabía que el colega Eduardo del Club Ciclocubin de Castillo de Locubín iba a hacer casi la mitad de la prueba con nosotros ya que el domingo tenía un homenaje a un compañero muerto de derrame cerebral y merecía la pena estar con la familia y demás compañeros (Descanse en paz); pues bien vamos llegando, salu

dos de rigor y se van repartiendo los carnet de ruta y llegan las 24:00 y que el amigo Alfredo no llega, lo llamo por teléfono y me dice que le faltan unos 20 minutos para llegar, que se le ha complicado el trabajo y no ha podido ser antes; viene nada más y nada menos desde Alicante. Eso es afición y cariño por los del Gachi. Gracias campeón.

Pues bien, in situ se cambia de ropa, nos hacemos deprisa las fotos de rigor y en marcha, ya eran las 00:30 horas, tiempo creíamos que íbamos a tener para recuperar la media hora, y si no se recuperaba seguro que no nos iba a hacer falta como así ha sido.

Algunos estrenamos la nueva equipación que en lo sucesivo luciremos en las pruebas de ultrafondo y especialmente en la París- Brest- París para la que está diseñada y que patrocina CICLOS CABELLO.

Como siempre, al tran, tran por las calles de Linares, jaleándonos (como locos claro, no por el entusiasmo deportivo) y por fin salimos a carretera abierta, la noche algo calurosa, enseguida cogemos el ritmillo y llegamos a Mengibar, al amigo Mario se le pone un ruido en el eje del pedalier que cada vez va en aumento, nos lleva locos y preocupados, pasamos Cazalilla, en Vva. De la Reina decidimos echar un vistazo a la máquina de Mario, pero no podemos hacer nada, continuamos hasta Andujar y por fin Marmolejo, antes hubo que parar para que el amigo Villa cambiara las pilas de su faro que se le habían agotado (a saber cómo las habrá cargado). Ya habíamos recuperado el tiempo perdido en la salida, no vemos ni un alma por las calles (3 de la mañana), continuamos para Arjonilla donde decidimos parar a descansar un pelín, cambiar el agua al canario y machacarnos una de esas barritas que cada uno llevamos, hacemos alguna foto y continuamos, la noche continúa bien aunque ya se va notando un poco más el fresco, el ruidito de la bici de Mario iba en aumento y nos tenía aburridos.

Llegamos a Porcuna, el frescor se va transformando en frio y decidimos ponernos algo de abrigo, continuamos la marcha a relevos (algunas veces demasiado duros para esta marcha), llegamos a Torredonjimeno y Martos (El colega Eduardo de Castillo de Locubín nos enseña un itinerario para no tocar la autovía), observamos que la cantera de cemento sigue ahí, pero ahora inactiva y abandonada ¡Una pena!. Cargamos agua en Martos ya amaneciendo y por fin llegamos a Fuensanta de Martos donde cargamos nuevamente agua en la famosa fuente de la Negra y en un bar-churrería damos buena cuenta de un calentito chocolate con churos claro. El Villa se los clavaba de dos cuartas. ¡Qué bien nos sentaron y qué ricos estaban!. Continuamos en recorrido ya sabiendo que aquí empezaba lo duro de la prueba que no era poco.

Enseguida comprobamos que aunque hace frio, nosotros no tenemos ninguno, los repechones nos van poniendo a caldo y las prendas nos van estorbando. Llegamos a Castillo de Locubín, pueblo de residencia de Eduardo donde sin querer-queriendo nos hacemos una visita turística por el pueblo ¡La madre que parió a las cuestas!, si quedaba algo por calentar se pusieron al rojo vivo, al menos las piernas y los pulmones. Foto de rigor, especialmente por el interés desmesurado de Alfredo, vamos viendo también que las cerezas se crían buenas y gordas, dan ganas de bajarse y coger algunas, pero la cosa no iba por ahí y el tiempo jugaba en nuestra contra. El primer gran obstáculo de la prueba lo vamos superando y llegamos a Alcalá la Real, ¡bonito pueblo y castillo!, sellamos en la gasolinera de la entrada y decidimos que tomaremos un bocadillo en Frailes, salimos de Alcalá (bueno mejor escalamos) y llegamos a Frailes, allí nos encontramos en una fuente que hay en una cueva a algunos ciclistas montañeros, bebemos agua, charlamos con ellos (nos llaman locos claro) y por fin llegamos al bar de los bocadillos; nos machacamos uno bueno, bueno de lomo con tomate y no seque, pero que estaba de cine, ayudado por una buena cervecita fresquita y empieza el lio nuevamente.

Una cosa curiosa que nos pasó con respecto al ruidito de la bici de Mario, es que al Villa se le ocurrió echarle agua según marchábamos subiendo a Alcalá la Real (por hacer gracia) y mira tu por donde que nos hizo un favor a todos, el ruidito desapareció por completo con lo que mató varios pájaros del mismo tiro: Que Toñi no viniera desde Valdepeñas con otra máquina y a nosotros que se nos quitara el dolor de cabeza que ya era agobiante. COSAS DE LA VIDA.

Empezamos a subir el puerto de la Martina (creo que así se llama), bueno se sube bien (una leche, ningún puerto se sube bien), el amigo Raul, el de Vilches, ya nos había llamado e iba a nuestro encuentro dirección a Valdepeñas de Jaén, por fin pasamos el puerto y repechón arriba, repechón abajo llegamos a Valdepeñas ¡Bonito pueblo!, allí en la gasolinera nos espera y se une a nosotros Raul y empezamos a subir el puerto del Alto de Los Villares, decía Eduardo que este se sube bien y que es suave, ¡Una LECHE!, le han quitado casi dos kilómetros pero hay que subir al mismo sitio, con lo que han dejado un puertecillo de 4 km. pero más duro que antes, y muchísimo más feo.

Desde aquí vamos observando y comentando lo bonito que es el alto de la Pandera pero lo cabrón que es para subirlo, las rampas que tiene y lo mal que se pasa. Alfredo y Mario están interesados en hacerlo alguna vez. Conmigo que no cuenten, salvo que sea para acompañarlos en coche.

Descrestamos al Alto de los Villares y nos dejamos caer a tumba abierta hasta Los Villares, allí nos encontramos y ya vamos juntos hasta Jaen a algunos colegas del C. C. Jaén; a la entrada nos despedimos y empezamos a buscar un sitio para comer, no encontramos y a un motorista le preguntamos y nos dice que en el Puente Jontoya podremos comer, pero una vez preguntado por los precios decidimos continuar hasta La Guardia donde llagamos ya bastante cansadillos, pero logramos comer un bocadillo con algunas cervecillas para ayudar a hacer mejor la digestión.

El calor ya apretaba y el cansancio se iba acumulando, ya llevábamos 245 km. en el cuerpo y el desnivel acumulado seguro que rondaba los 3.000 metros. El colega Eduardo se despide de nosotros puesto que hasta aquí era donde tenía previsto acompañarnos, le damos las gracias y deseamos lo mejor de lo mejor, sabíamos que hasta Linares para recoger el coche lo iba a pasar jodido especialmente por el calor que hacía, pero bueno él no tenía prisa y podía hacerlo al ritmo que mejor le pareciera. GRACIAS EDUARDO.

Bueno pues continuamos como podemos, subimos el puertecillo de Cambil que parecía que lo habían levantado un poco más, llegamos al alto de Fuensanta y descendemos hasta Huelma, antes llenamos agua en la fuente de la entrada a Huelma, proseguimos, subimos el puerto de los Gallardos, y por fin llegamos a Cabra de Santo Cristo. NI UN ALMA. Bajamos hasta Jodar donde hacemos una parada nuevamente para coger agua y comernos unas barritas (algunas derretidas) y nos tiramos tumba abierta hasta la estación de Jodar, ya lo que quedaba era relativamente poco, 1º Peal de Becerro y por fin Cazorla donde habíamos consensuado que pararíamos a descansar un poco porque hacerlo sin dormir algo sería una locura.

Según íbamos para Peal Mario se sintió un poco indispuesto, llegamos al pueblo, nos refrescamos, nos machacamos unos pastelillos y unas Coca-Colas, Mario se acerca al centro de salud y continuamos hasta Cazorla donde llagamos muy cansados. Cenamos y a dormir que la jornada siguiente aunque corta (200 km.) se haría durilla especialmente al principio ya que teníamos el puerto de Las Palomas.

A las 4 en marcha otra vez, el frio e hacía notar y sobre todo después de la sudada de la subida del puerto en la bajada del mismo y por Arroyo Frio y hasta el Tranco; no obstante lo pasamos sin ningún problema, llegamos a la Puerta de Segura, nos machacamos un buen bocadillo en la pizzería El Capricho como de costumbre (ya somos asiduos) y continuamos hasta Villacarrillo a buen ritmo, bajamos hasta el Guadalimar y cómo podemos subimos hasta Santisteban desde donde nos dejamos caer como aquel quien dice hasta Linares que llegamos sin novedad y con la misión cumplida, aunque cansados, cansados, cansados.

De la prueba hemos sacado en conclusión que no es prueba para hacerla sin parar a dormir, que es mucha la dureza de la misma y que intentaremos hacer el 600 interprovincial sin parar par experimentar las sensaciones de hacer 600 km. del tirón.

Otra conclusión que hemos sacado es que estamos preparados para afrontar el gran reto, yo creo que mayor que la París-Brest-París, que es la brevet de 1.000 km. Linares – Sabiñánigo + Quebrantahuesos que saldremos el próximo día 16 a las 9 de la tarde. (Más datos como siempre: http://ultrafondodelinares.blogspot.com/p/brevet-1000-km.html).

Ya sabéis que estas pruebas están abiertas a todo el que quiera participar y que el movimiento se demuestra ANDANDO.

Las fotografías las iré incorporando a medida que los que las hicieron me las vayan remitiendo.