El programa se va cumpliendo y los kilómetros caen ya casi como nada (es un decir). AL final el compañero Villa se decidió y fuimos dos los que saliendo de Linares del Club Ciclista Cástulo hicimos la brevet de 600 km. con mas miedo que vergüenza aunque lo disimuláramos bien.
Después de comer, sobre las tres y media nos cargamos las bicicletas y las bolsas de deporte en el coche para realizar el tramo de marcha mas pesado de los que hemos realizado, desplazarnos hasta Masamagrell (Valencia) que es desde donde se inició la mencionad prueba. Llegamos sobre las ocho y media, yendo con prudencia y haciendo una paradiña de rigor en Chinchilla. Estiramos un poco las piernas, bebimos un refresco y nuevamente hasta el final. Cena y a acostarse que a las 5 había que estar en pie para preparar todo y dirigirnos a la salida y primer punto de control.
Como es normal, siempre se retrasa aunque en esta ocasión solo fueron 10 minutos, que si fotografía, que si saludos y tal. Se da la salida y en pelotón de mas de 50 unidades, aunque realmente los participantes fuimos 39 callejeando por Masamagrell , La Lloma, Betera, Ribarroja, Villamarchante nos dirijimos a carretera abierta bien guiados por el organizador Domingo que desde aquí felicito por la magnífica organización de la prueba teniendo prácticamente todo previsto.
Ya en carretera abierta y viendo que el número era más bien numeroso se decidió apretar un poquito el paso a fin de llegar al primer control en Alborache (75 km.) en varios grupos a fin de evitar la aglomeración tanto en el sellado del carnet de ruta como en tomar un bocadillo y refresco. Así sucedió ayudado fundamentalmente por el repechón de entrada a Alborache que había que echar lo que había que echar.
Siguiendo con la táctica de que el grupo no fuera muy numeroso, pagamos con prisa los que así pensábamos y decidimos salir cuanto antes; en el grupo estábamos los colegas del C.C. Yecla (7), 3 del ultrafondo de Linares, la pareja del ultrafondo (Octavio y Lola), y algunos agregados de otros club que quisieron acompañarnos, total 18 que con buen paso subimos hasta la portera y llegamos después de subir un buen puerto de unos 8 km. hasta Casas de Ibañez donde nos esperaba la comida y 2º control.
El calor ya subiendo la Portera empezó a hacer de las suyas alcanzando según mi termómetro los 41 grados, con lo que ni que decir tiene que la primera cerveza nada mas llegar ni rozó la garganta.
Terminando de comer llegó el siguiente grupo excepto el grupo de Carcagente que iban por libre ya que querían realizar la prueba todo seguida por lo que llevaban un coche de apoyo con horario programado para y por ellos salvo los controles que son para todos igual. Al final lo lograron llegando a terminar la prueba en 29 horas de las 40 máximas posibles.
Después de más de una hora en comer nuevamente en la flaca, con un sol que apretaba de lo lindo pero tuvimos la suerte de que algún chubasco aislado con gotas como puños nos cayó aisladamente lo que refrescó el ambiente bastante. Una vez calentado nuevamente las piernas y a ritmo de relevos de paleta de km. el que más y el que menos colaboró en el empeño.
Parada técnica en La Roda para refrescarnos un poquito y hacer las necesidades de rigor y después de 12 minutos otra vez encima de la flaca y desde aquí empezaron los verdaderos problemas con la aparición de un viento lateral en contra de más de 30 km/h. que a pesar de ir en perfecto abanico ocupando prácticamente toda la carretera costaba avanzar. Nueva parada técnica en Munera para tomar un cafelito y volver a hacer las necesidades de rigor y tratar de salvar el último rescoldo del primer día soportar el viento y además soportar el sube y baja salvando los repechones de mas de 2 km. con una pendiente considerable y que no se acababan nunca hasta Osa de Montiel. Yo me acordaba del Hidalgo Caballero Don Quijote y no me extraña que viera lo que viera en los molinos de viento, que por cierto hay a miles, pero de los nuevos generadores de corriente cara aunque ecológica.
Por fin llegamos a Ruidera, a las Lagunas de Ruidera, que están preciosas repletas de agua. Allí lo mismo la primera cerveza ni rozó la garganta, ya llevábamos 305 km. en el cuerpo, eran las 8 y cuarto de la tarde. Ducha, cerveza otra vez y a cenar. Estando cenando nos enteramos de que el otro grupo le quedaba todavía más de una hora, así fue llegaron más allá de las 10 de la tarde también sin ningún problema.
Dormida, el que pudo, porque el cansancio era grande y a las 5 nuevamente en pié para desayunar y a las 6 de la mañana otra vez encima de la borrica. Los nuevos en estas pruebas no sabíamos cómo íbamos a reaccionar. Lo primero que nos encontramos fue la subida de unos 4 km. a Osa de Montiel que nos sirvió de calentamiento para poco a poco y ahora con el aire a favor ir subiendo la marcheta alcanzando cuando decidimos hacer un grupo de delante por las mismas razones que el día anterior mas de 50 km. hora continuados que algunos ya echábamos de menos un pinchazo, un stop o aunque fuera el radar de la Guardia Civil para que se aflojara.
Llegamos al primer control Tarazona de la Mancha unos 105 km. de Ruidera, sellamos el carnet de ruta y nuevamente en marcha. Saliendo nosotros llegaba el segundo grupo con lo que la cosa iba bien. Por un despiste el colega Villa cuando se dio cuenta ya no estábamos y decidió quedarse con el segundo grupo; nosotros a pesar de que incluso lo llamamos por teléfono no había cobertura por lo que decidimos proseguir con nuestro ritmo. En Minglanilla paramos a tomar un bocadillo y emprendimos nuevamente la marcha cruzando las hoces del Cabriel con unos paisajes preciosos, fotografías de rigor y para el recuerdo y nuevamente en marcha subiendo el puerto del Cabriel que se hace pesaillo, llegamos a Utiel, penúltimo control. Pinchazo de un colega del C. C. Yecla que nos hizo retrasarnos un poquito y cuando íbamos a salir aparece el segundo grupo, invitando a Villa a unirse a nosotros como así fue y ya durante todo el camino no volvió a despistarse.
Al tran tran llegamos a Requena y cruzando reiteradamente por la vía de servicio la autovía de Madrid Valencia conseguimos llegar a siete aguas donde llenamos los botes y proseguimos hasta Chiva y Cheste donde en una gasolinera hicimos nuevamente una parada técnica para refrescarnos tanto por fuera como por dentro ya que además de que hizo aparición el viento en contra, sumado a la humedad del ambiente se hacía insoportable.
Nuevamente en marcha y atravesando los pueblos que inicialmente habíamos cruzado el día anterior conseguimos llegar al último control, el más deseado: Massamagrell. Eran las 18:03 horas, con lo que todavía nos sobraban nada menos que 5 horas de las 40 previstas.
Bueno puesto esto es a grandes rasgos el relato de la marcha de 600 km. que hemos vivido y experimentado tanto Villa como yo. Gratamente satisfechos y desde luego una vez terminada bastante más fácil de lo que en principio nos imaginábamos o cualquiera pueda sospechar.
Fácil no es ni un pelo, pero bastante menos de lo que se supone.
Los datos que arroja el GPS son:
Distancia: 589 km.
Desnivel acumulado 5.780 m.
Velocidad media 1º día 26,1 km./h.
Velocidad media 2º día 28,6 km/h.
Tiempo total en bicicleta: 21 horas y media
Tiempo de descanso y paradas: 12 horas y media.
Lo importante de la experiencia es el compañerismo que reina en este tipo de pruebas, las amistades que hace uno, lo que se aprende en cualquier terreno, lo que aprende uno de su cuerpo y lo cansado que terminas, pero con ganas de hacer nuevamente otra y si puede ser más larga mejor. Planes se hacen con los compañeros y proyectos, aunque a veces la distancia que nos separa y los asuntos particulares y familiares no dejan que se cumplan.
Desde aquí felicito a todos los participantes, a Domingo como organizador y al equipo de apoyo que es el mejor (la próximo vez no llevaré una bolsa que pese tanto) y en especial a Alfredo, Octavio y Lola compañeros de fatigas de ya muchas brevet y al club ciclista Yecla que desde luego se portaron extraordinariamente bien excepto el LECHERO que como hemos sabido no pega palo al agua.
Espero vernos muy pronto, a pesar de que no tenía previsto hacer el 1.000 posiblemente lo haga y desde luego en la Madrid – Gijón – Madrid formaremos nuevamente la grupeta.
Al resto de los lectores solo deciros que bueno que cada cual puede pensar lo que quiera, pero que de locura NATI DE NATI, que esto es cicloturismo donde uno aprende, visita lugares y sobre todo HACE AMIGOS.
Y ya sabéis: EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO
Después de comer, sobre las tres y media nos cargamos las bicicletas y las bolsas de deporte en el coche para realizar el tramo de marcha mas pesado de los que hemos realizado, desplazarnos hasta Masamagrell (Valencia) que es desde donde se inició la mencionad prueba. Llegamos sobre las ocho y media, yendo con prudencia y haciendo una paradiña de rigor en Chinchilla. Estiramos un poco las piernas, bebimos un refresco y nuevamente hasta el final. Cena y a acostarse que a las 5 había que estar en pie para preparar todo y dirigirnos a la salida y primer punto de control.
Como es normal, siempre se retrasa aunque en esta ocasión solo fueron 10 minutos, que si fotografía, que si saludos y tal. Se da la salida y en pelotón de mas de 50 unidades, aunque realmente los participantes fuimos 39 callejeando por Masamagrell , La Lloma, Betera, Ribarroja, Villamarchante nos dirijimos a carretera abierta bien guiados por el organizador Domingo que desde aquí felicito por la magnífica organización de la prueba teniendo prácticamente todo previsto.
Ya en carretera abierta y viendo que el número era más bien numeroso se decidió apretar un poquito el paso a fin de llegar al primer control en Alborache (75 km.) en varios grupos a fin de evitar la aglomeración tanto en el sellado del carnet de ruta como en tomar un bocadillo y refresco. Así sucedió ayudado fundamentalmente por el repechón de entrada a Alborache que había que echar lo que había que echar.
Siguiendo con la táctica de que el grupo no fuera muy numeroso, pagamos con prisa los que así pensábamos y decidimos salir cuanto antes; en el grupo estábamos los colegas del C.C. Yecla (7), 3 del ultrafondo de Linares, la pareja del ultrafondo (Octavio y Lola), y algunos agregados de otros club que quisieron acompañarnos, total 18 que con buen paso subimos hasta la portera y llegamos después de subir un buen puerto de unos 8 km. hasta Casas de Ibañez donde nos esperaba la comida y 2º control.
El calor ya subiendo la Portera empezó a hacer de las suyas alcanzando según mi termómetro los 41 grados, con lo que ni que decir tiene que la primera cerveza nada mas llegar ni rozó la garganta.
Terminando de comer llegó el siguiente grupo excepto el grupo de Carcagente que iban por libre ya que querían realizar la prueba todo seguida por lo que llevaban un coche de apoyo con horario programado para y por ellos salvo los controles que son para todos igual. Al final lo lograron llegando a terminar la prueba en 29 horas de las 40 máximas posibles.
Después de más de una hora en comer nuevamente en la flaca, con un sol que apretaba de lo lindo pero tuvimos la suerte de que algún chubasco aislado con gotas como puños nos cayó aisladamente lo que refrescó el ambiente bastante. Una vez calentado nuevamente las piernas y a ritmo de relevos de paleta de km. el que más y el que menos colaboró en el empeño.
Parada técnica en La Roda para refrescarnos un poquito y hacer las necesidades de rigor y después de 12 minutos otra vez encima de la flaca y desde aquí empezaron los verdaderos problemas con la aparición de un viento lateral en contra de más de 30 km/h. que a pesar de ir en perfecto abanico ocupando prácticamente toda la carretera costaba avanzar. Nueva parada técnica en Munera para tomar un cafelito y volver a hacer las necesidades de rigor y tratar de salvar el último rescoldo del primer día soportar el viento y además soportar el sube y baja salvando los repechones de mas de 2 km. con una pendiente considerable y que no se acababan nunca hasta Osa de Montiel. Yo me acordaba del Hidalgo Caballero Don Quijote y no me extraña que viera lo que viera en los molinos de viento, que por cierto hay a miles, pero de los nuevos generadores de corriente cara aunque ecológica.
Por fin llegamos a Ruidera, a las Lagunas de Ruidera, que están preciosas repletas de agua. Allí lo mismo la primera cerveza ni rozó la garganta, ya llevábamos 305 km. en el cuerpo, eran las 8 y cuarto de la tarde. Ducha, cerveza otra vez y a cenar. Estando cenando nos enteramos de que el otro grupo le quedaba todavía más de una hora, así fue llegaron más allá de las 10 de la tarde también sin ningún problema.
Dormida, el que pudo, porque el cansancio era grande y a las 5 nuevamente en pié para desayunar y a las 6 de la mañana otra vez encima de la borrica. Los nuevos en estas pruebas no sabíamos cómo íbamos a reaccionar. Lo primero que nos encontramos fue la subida de unos 4 km. a Osa de Montiel que nos sirvió de calentamiento para poco a poco y ahora con el aire a favor ir subiendo la marcheta alcanzando cuando decidimos hacer un grupo de delante por las mismas razones que el día anterior mas de 50 km. hora continuados que algunos ya echábamos de menos un pinchazo, un stop o aunque fuera el radar de la Guardia Civil para que se aflojara.
Llegamos al primer control Tarazona de la Mancha unos 105 km. de Ruidera, sellamos el carnet de ruta y nuevamente en marcha. Saliendo nosotros llegaba el segundo grupo con lo que la cosa iba bien. Por un despiste el colega Villa cuando se dio cuenta ya no estábamos y decidió quedarse con el segundo grupo; nosotros a pesar de que incluso lo llamamos por teléfono no había cobertura por lo que decidimos proseguir con nuestro ritmo. En Minglanilla paramos a tomar un bocadillo y emprendimos nuevamente la marcha cruzando las hoces del Cabriel con unos paisajes preciosos, fotografías de rigor y para el recuerdo y nuevamente en marcha subiendo el puerto del Cabriel que se hace pesaillo, llegamos a Utiel, penúltimo control. Pinchazo de un colega del C. C. Yecla que nos hizo retrasarnos un poquito y cuando íbamos a salir aparece el segundo grupo, invitando a Villa a unirse a nosotros como así fue y ya durante todo el camino no volvió a despistarse.
Al tran tran llegamos a Requena y cruzando reiteradamente por la vía de servicio la autovía de Madrid Valencia conseguimos llegar a siete aguas donde llenamos los botes y proseguimos hasta Chiva y Cheste donde en una gasolinera hicimos nuevamente una parada técnica para refrescarnos tanto por fuera como por dentro ya que además de que hizo aparición el viento en contra, sumado a la humedad del ambiente se hacía insoportable.
Nuevamente en marcha y atravesando los pueblos que inicialmente habíamos cruzado el día anterior conseguimos llegar al último control, el más deseado: Massamagrell. Eran las 18:03 horas, con lo que todavía nos sobraban nada menos que 5 horas de las 40 previstas.
Bueno puesto esto es a grandes rasgos el relato de la marcha de 600 km. que hemos vivido y experimentado tanto Villa como yo. Gratamente satisfechos y desde luego una vez terminada bastante más fácil de lo que en principio nos imaginábamos o cualquiera pueda sospechar.
Fácil no es ni un pelo, pero bastante menos de lo que se supone.
Los datos que arroja el GPS son:
Distancia: 589 km.
Desnivel acumulado 5.780 m.
Velocidad media 1º día 26,1 km./h.
Velocidad media 2º día 28,6 km/h.
Tiempo total en bicicleta: 21 horas y media
Tiempo de descanso y paradas: 12 horas y media.
Lo importante de la experiencia es el compañerismo que reina en este tipo de pruebas, las amistades que hace uno, lo que se aprende en cualquier terreno, lo que aprende uno de su cuerpo y lo cansado que terminas, pero con ganas de hacer nuevamente otra y si puede ser más larga mejor. Planes se hacen con los compañeros y proyectos, aunque a veces la distancia que nos separa y los asuntos particulares y familiares no dejan que se cumplan.
Desde aquí felicito a todos los participantes, a Domingo como organizador y al equipo de apoyo que es el mejor (la próximo vez no llevaré una bolsa que pese tanto) y en especial a Alfredo, Octavio y Lola compañeros de fatigas de ya muchas brevet y al club ciclista Yecla que desde luego se portaron extraordinariamente bien excepto el LECHERO que como hemos sabido no pega palo al agua.
Espero vernos muy pronto, a pesar de que no tenía previsto hacer el 1.000 posiblemente lo haga y desde luego en la Madrid – Gijón – Madrid formaremos nuevamente la grupeta.
Al resto de los lectores solo deciros que bueno que cada cual puede pensar lo que quiera, pero que de locura NATI DE NATI, que esto es cicloturismo donde uno aprende, visita lugares y sobre todo HACE AMIGOS.
Y ya sabéis: EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO
2 comentarios:
Bien hacho...http://felixpintores.es/
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