También es ya tradicional (3ª edición), con aumento de participantes lo que quiere decir que poco a poco (más bien muy poco a poco) esta modalidad de cicloturismo va haciendo mella en el ciclismo andaluz.
A las siete de la mañana estaba programada la salida de esta prueba y con un poco de retraso se emprendió la marcha con perspectivas de muy buen tiempo y un mejor ambiente.
Vinieron colegas de Granada, con una bicicleta reclinada, que ya participó también el año pasado, colegas de Pizarra (Málaga), Bañeres de Mariola (Alicante), Valdepeñas (Ciudad Real), Castillo Locubín y como no de Linares varios participantes del Club Ciclista Cástulo.
En ambiente más bien festero pronto se llegó a Arquillos aunque se pasó un poco de frio en la bajada hasta Vadollano que pronto se fue convirtiendo en una temperatura muy agradable hasta Navas de San Juan y Santisteban donde se paró a sellar en el control y aprovechar para tomar un cafelillo con pastelito incluido. Aquí nos fuimos despojando de las prendas que ya nos sobraban porque se avecinaba como así fue un día estupendo y caluroso.
Nuestra guapetona vilcheña y socia del Club Ciclista Cástulo, jefe de controles, al mismo tiempo controladora nos sirvió de reportera gráfica para tener un buen recuerdo de este evento y experiencia.
Atravesamos Sierra Morena hasta Villamanrique ya en la provincia de Ciudad Real y posteriormente llegamos al segundo control, Villanueva de los Infantes, sellamos el carnet de ruta y nos machacamos un par de cervecitas con una estupenda tapa.
Durante esta travesía salió la conversación de algunos proyectos que se tienen en mente para el año que viene como es realizar una excursión desde Linares hasta Roma siguiendo más o menos el camino de Aníbal que podéis ver y comentar en: LINARES-ROMA por el camino de Anibal
Nuevamente encima de la flaca (bueno Pacomi sobre su reclinada), hasta Villanueva de las Fuentes (punto más alto del recorrido) y lugar designado por los participantes para comer un buen bocadillo y refrescarnos con unas estupendas y fresquitas cervezas o refrescos. Estábamos más o menos a mitad de recorrido, el día hasta ahora había sido estupendo aunque un poco caluroso y se había podido rodar a buen ritmo, llevábamos una media de unos 27 y lo que es mas importante, siempre habíamos ido el grupo juntos.
Con la barriga llena bajamos hasta el cruce de la N- 322 entre Alcaraz y Reolid y ya nos dimos cuenta que la tarde no iba a ser tan agradable como la mañana. El aire empezó a soplar algo fuerte y en contra, así hasta Linares. Pronto decidimos que la mejor manera de afrontar estos inconvenientes es ir haciendo relevos cortos, lo que se llama la cadena, y a velocidad muy moderada para que todos pudieran colaborar así se hizo.
Algunos compañeros que no habían practicado esta modalidad nunca se dieron cuenta en cuanto la aprendieron rápidamente, que además de divertida es rápida y se cansa uno bastante menos que si fuera solo que desde luego pocos hubiéramos llegado sanos.
Llegamos a Arroyo del Ojanco, sello de control y refrescos a gogo para reponer líquidos que habíamos dejado hasta llegar allí. Eran más o menos las seis de la tarde y afrontamos la última parte de la ruta, unos 80 kilómetros que aunque eran más bien favorables teníamos que subir el puerto de Sorihuela y combatir el dichoso viento que seguía en sus trece de fastidiarnos.
Las fuerzas iban mermándose y los colegas de Pizarra deciden quedarse porque uno iba tocado y el ritmo era bastante más lento. El resto del grupo decidió que nati de nati, que o todos moros o todos cristianos, que aflojábamos y continuábamos como hasta ahora UNIDOS.
Llegamos al puerto dichoso de Sorihuela y al tran tran se subió, lo bajamos y rellenamos agua en la fuente romana de Castellar, estiramos un poco las piernas y nos machacamos un platanito para reponer potasio que falta nos hacía.
Nuevamente en marcha y hasta Navas de San Juan donde paramos a ponernos los chalecos reflectantes y el sistema de iluminación que la noche estaba cerquita como así fue.
Cruzamos Arquillos ya entre dos luces y continuamos hasta Linares cada vez mas despacio porque las fuerzas iban escasillas en algunos. Al final se llegó SANOS Y SALVOS a Linares sobre las 10 de la noche ante las miradas expectantes de los viandantes del paseo de Linarejos que más de uno (si no todos) dirían. ¡Y estos locos de donde han salido!.
Una vez despojados de las bicicletas nos refrescamos en un local del paseo de Linarejos con unas fresquitas cervecitas y para casa.
ENHORABUENA A TODOS
ALBUM FOTOGRÁFICO
La próxima prueba: 400 km. el día 7 de Mayo
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